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Manos sosteniendo el corazón

La Indulgencia Plenaria

¿Qué borra la Confesión?

En el sacramento de la Reconciliación, Dios perdona la culpa del pecado, es decir, borra la ofensa cometida contra Él y nos reconcilia con su amor.

Sin embargo, aunque el pecado ha sido perdonado, permanece una herida, una consecuencia interior o “pena temporal” que necesita ser purificada.

Esa pena es como el eco que queda después del pecado, y que afecta al alma, al prójimo y al mundo.

 

“Aunque el pecado haya sido perdonado, queda un desorden que debe ser reparado.”

Catecismo, n. 1472

Dentro de la cabina de confesión

¿Qué hace la Indulgencia?

La Indulgencia es la remisión total o parcial de esa pena temporal (el tiempo de purificación en el purgatorio). Es como si el Señor, por medio de la Iglesia, limpiara toda huella del pecado en el alma.

Así, quien recibe una indulgencia no sólo está perdonado, sino purificado; se restaura plenamente la comunión con Dios y con la Iglesia.

 

“La indulgencia borra toda pena temporal debida por los pecados ya perdonados.”  Catecismo, n. 1471

Manos extendidas a la luz del sol

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Cuando la indulgencia es plenaria válida y completa, y el alma la acoge con total desapego al pecado, queda libre de toda pena temporal, ha sido purificada; de modo que, si muriera en ese estado de gracia perfecta, no pasaría por el purgatorio, sino que iría directamente a la presencia de Dios. El alma va directamente al Cielo, por pura misericordia divina.

 

Solo Dios conoce la pureza y la sinceridad de cada corazón. Por eso la Iglesia nos invita a buscar las indulgencias no por temor al purgatorio, sino por amor y gratitud a Cristo. A través de ellas, somos llamados a vivir en conversión permanente, renunciando al pecado y desapegándonos de todo lo que nos aparte de la gracia recibida.

 

“Todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.”

1 Juan 3,3

¿Cómo obtener la indulgencia jubilar?

Durante este año santo, la Iglesia nos concede la gracia de obtener la indulgencia plenaria, es decir, la remisión total de las penas temporales debidas por los pecados ya perdonados en la confesión.

 

Para recibirla, es necesario cumplir las condiciones comunes y realizar alguna de las obras jubilares que propone la Iglesia.

Condiciones comunes para toda indulgencia:

  • Estar verdaderamente arrepentido.

  • Alejar todo afecto al pecado, incluso venial.

  • Confesarse sacramentalmente.

  • Recibir la Sagrada Comunión.

  • Orar por las intenciones del Papa.

  • Realizar la obra jubilar elegida con espíritu de fe y caridad.

Vivir la indulgencia y prepararte espiritualmente:

 

El Papa Francisco nos recordó que el Jubileo no es un acto exterior, sino un camino interior de conversión.

 

Obtener la indulgencia es abrir el corazón al amor de Cristo y purificar el alma para vivir más plenamente la esperanza.

 

“Atravesar la Puerta Santa es dejar atrás el pecado y abrazar la misericordia de Dios.” 

Papa Francisco, Bula Spes non confundit.

Descarga la guía del exámen de conciencia 👉

Lista de reflexión de los pecados 👉

Check List indulgencia jubilar 👉

Oraciones para la peregrinación de la Puerta Santa 👉

Horario de confesiones en Santo Domingo Savio 👉

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